VIERNES SANTO
Jesús que camina hacia el Calvario, cargando su propia cruz, es una acción de amor; del amor infinito que Dios Padre siente por cada uno de nosotros.
Jesús crucificado es un grito de amor que resuena una y otra vez en la inmensidad del universo; un grito de amor que no se callará nunca, suceda lo que suceda.
Podemos ver que los pueblos de la tierra viven un tiempo de Pasión, cargando los padecimientos que provienen del pecado del mundo: la injusticia, la opresión, la idolatría del dinero, el individualismo, la violencia. Hoy, todos, de alguna manera, cargamos una cruz como la que cargó Jesús.
En Viernes Santo, se nos invita a cargar la cruz del mundo, la cruz personal, como Jesús, cumpliendo la voluntad del Padre y entregando la vida, con fe, sabiendo que el esfuerzo no se quedó en la cruz, pero que la cruz fue necesaria, que la Cruz es el camino para llegar a la nueva vida que nos da la entrega de Jesús, que es nuestra meta.
En este día los invitamos puedan meditar la Pasión y Muerte de Jesús, rezando en familia el Via Crucis, acompañando a Jesús en el Camino de Cruz.
Descargue Material Aquí:
Subsidio VI – Viernes_santo_en_familia