Vivimos días complicados para la gran mayoría de nosotros. Y justamente en los días complicados, es donde mayores posibilidades tenemos de aprender.
Hemos tenido que aprender a buscar como entretenernos sin salir, a comunicarnos por plataformas virtuales, usar nuevas aplicaciones, hacer clases en linea, trabajar en el mismo lugar que descansamos, organizar nuestras rutinas en el hogar, programarnos para poder salir sin perder tiempo y muchas otras cosas a las cuales no estábamos acostumbrados, nos son nuevas o incluso, nunca pensamos que tendríamos/podríamos hacer.
Y aquí estamos, adaptándonos a las diferencias.
Ahora, la adaptación a tantos cambios, no resulta fácil. Es agotador física, mental y emocionalmente.
Y a pesar de que, con cada día que pasamos en esta crisis, nos adaptamos más a variadas diferencias en nuestras vidas, hay una dimensión en la cual nos resistimos a cambiar y adaptarnos… La diferencias en los otros.
Olvidamos que no somos los únicos que no la estamos pasando bien en estos momentos, que hay situaciones difíciles en la vida de quienes nos rodean y tendemos a pensar que nuestros problemas están por sobre los del resto. Y por si fuera poco, hacemos diferencias entre nosotros, y en vez de ayudarnos y colaborar entre nosotros, nos centramos en nuestras diferencia de formas negativas. Desde el que tiene una posición política diferente, hasta quien tiene mas beneficios, entre el que piensa diferente o el que esta contagiado, el que vive una vida mas sana o el que evita el contacto con otras personas. Criticando a otros y otras personas por «no participar», por subir o bajar de peso, por descuidar la presentación personal o por otras decisiones personales, en vez de preocuparnos si la persona esta bien, si necesita ayuda o si hay un problema que tiene miedo de revelar.
Y en vez de hacer una oportunidad de unirnos, hacemos de esta crisis, la instancia de separarnos y alejarnos mas y mas (y no hablando de forma física).
Por esta situación es que se hace de gran importancia y el cuestionarnos nuestras acciones y nuestra visión del resto y comenzar a cultivar aquel valor tan importante, que es la TOLERANCIA y la apreciación positiva de las diferencias.
¿Algunas consideraciones para fomentar en nosotros la tolerancia?
- No es necesario imponer nuestro criterio, la tolerancia consiste también en escuchar al resto.
- Antes de contradecir una opinión hay que pensar bien la respuesta. Muchas veces, con los nervios o el enfado no se controlan las palabras y son argumentos que hieren y no solucionan nada.
- Abrir la mente y entender que aunque pensemos diferente, podemos respetar al prójimo y escuchar sus decisiones.
- Empatizar. Cuando alguien está hablando es necesario ponerse en su piel para entender sus circunstancias y así poder ser más tolerante.
- Nadie tiene la capacidad de conocer una verdad absoluta así que nadie es más inteligente que los demás por el mero hecho de pensar de una u otra manera. En cuestión de opiniones, nadie tiene la respuesta correcta.
- Pese a las provocaciones es mejor responder con el silencio, o en todo caso, pedir respeto de forma relajada para no ocasionar situaciones tensas.
- No entrar en una disputa por el hecho de que dos opiniones se contradigan. Es mejor ser compasivos para no empeorar la situación y aportar diferentes alternativas para que la discusión no se haga cada vez más complicada.
- La importancia del respeto tanto a los demás como hacia nosotros mismos. Cuando dos opiniones son contrariadas hay que mantener la calma y exigir respeto e incluso respetarnos a nosotros mismos negándonos a hablar de determinados temas que no nos agradan.
Acercándose la fiesta de la tirana, una fecha muy importante para los creyentes católicos, amantes de la música y la danza y seguidores de las ceremonias tradicionales, es importante que sigamos cultivando, mas allá de la creencia religiosa, los valores cristianos, como la son la tolerancia, el respeto y el amor y aceptación del prójimo.
Esperando lo mejor para los días que vienen de cada uno de ustedes y sus familias, y esperando puedan encontrar reflexión en estas palabras, les deseo salud, bienestar y un abrazo virtual, con toda la fuerza para que juntos saldamos de esta crisis y las que nos queden afrontar como humanidad.
Ps. Felipe Jiménez Pino, Colegio Sagrada Familia, Tocopilla.