Estamos contigo… En el mes de Octubre, nuestro colegio, al igual que la iglesia a nivel nacional celebra el «Mes de la familia».
En nuestro mundo actual, debemos comprender que muchas cosas cambian día a día, y así mismo, algunas palabras van tomando otros sentidos, como es el caso de la palabra familia. Y pensando en la que a medida que crecemos, vamos tomando nuevas decisiones, y también vamos comprendiendo una verdad innegable; Todas las familias son diferentes.
El siguiente video puede apoyar a entender de mejor manera esta idea:
Y comprendiendo lo única y diferente que puede ser cada una de nuestras familiar, debemos comprender que la familia es parte nuestra, no se trata de tener una familia, más bien de ser una familia, ya que nosotros como parte de, colaboramos, interactuamos, apoyamos y sanamos. Escogemos, sentimos y vivimos nuestras familias, por lo cual es valido sentir quienes son parte de nuestra familia (y en ocasiones también, quienes no lo son).
Dentro del construir y ser familia, hay 4 puntos que no podemos dejar nunca de lado y tenemos que cuidar:
1.- Comunicarnos sanamente.
«Todo Comunica», es la regla más básica de la comunicación. Cuando no escuchamos lo que nos dicen, nos vamos de una habitación o ignoramos a una persona, le estamos comunicando «no quiero hablar contigo». Muchos conflictos, principalmente se resuelven comunicándonos, pero buscando los momentos, los tiempos y los espacios adecuados, con las personas que correspondan y de manera gentil y respetuosa. Quedarnos con una pena o una rabia, o con una actitud que nos dolió de un familiar no es sano para uno, así como aceptar los errores propios, también dañan a la otra persona y tarde o temprano resulta un daño para la familia. También un error frecuente es dar por hecho o por entendido algo que nosotros «pensamos que el otro debería saber o haberse dado cuenta». Si no hay claridad, confianza y tolerancia, difícilmente lograremos comunicarnos de manera sana. Es tarea de todos y todas quienes componen la familia, enseñar y aprender a comunicarse sanamente.
2.- Respetarnos en cuerpo y alma.
No siempre estaremos de acuerdo con todo, pero la actitud principal para la comunicación sana es el Respeto. Comprender las diferencias, entender que hay otras perspectivas, ideas o puntos de vista, que hay sensaciones diferentes, que el otro no soy yo, pero eso no lo hace más o menos importante. Que todos y todas somos valiosos, con nuestras ideas y sentimientos, virtudes y defectos, edades y experiencias. Y la comprensión de estos aspectos y muchos más para el buen trato entre personas, es el respeto. Si bien el respeto debe ser transversal a las personas y seres vivos, debe tener mayor énfasis con nuestros seres más cercanos, principalmente, nuestra familia. No hay respeto en los malos tratos, ni con intención de enseñanza, ni con intención de disciplina. Los castigos no son faltas de respeto, mientras se establezcan de manera apropiada, eso es algo que comúnmente se cofunde, así que hay que poner ojo ahí.
3.- Apoyarnos para superar las crisis.
Ni buscar culpables ni generar remordimientos. Lo primero ante un problema, sea cual sea, es el apoyo, y es la característica principal que deberíamos conformar como familia. Ya habrá tiempo para enseñar, cuestionar o construir mejores opciones, la familia primero de apoyo y busca solución a los problemas, dudas, diferencias o crisis. Se acompaña, se esta ahí, se buscan solucionen y se pide ayuda cuando se necesita, y se resuelve. Los demás es posterior. Saldremos mal si «todos remamos en distintas direcciones» y si uno solo resuelve todo sin el apoyo del resto, a la larga, probablemente traerá o nuevos problemas, o el agotamiento de esa persona. Todos podemos estar equivocados, todos podemos necesitar ayuda. Y es ahí donde mayor presencia debería hacer el Ser Familia.
4.- Cuidar el cariño y el amor.
Mucho se puede decir, y probablemente, en muchas familias veras el amor incondicional. Pero volvemos al comienzo de este articulo, TODAS LAS FAMILIAS SON UNICAS Y DIFERENTES, y en este caso no es la excepción. El amor es uno de los sentimientos más complejos en el ser humano, también es las cúspide, el afecto superior en cuando al deseo del bienestar de otro, pero al igual que una flor, requiere cuidados, requiere buenos tratos, aprecio y cariño. A veces nos cuestionamos porque una relación familiar no es igual que antes (sin un motivo obvio, eso seria otra excepción), y ahí es donde vuelve la comprensión hacia el otro, porque no todos queremos de la misma forma, ni tampoco lo demostramos dela misma forma, pero si habrían de tener aspectos en común, como el deseo de bienestar, la preocupación por el otro, la alegría por los éxitos, etc. Ese amor se debe cuidar, comprender y sanar cuando sea necesario, cambia según cambian las situaciones y las personas, es dinámico y flexible, es delicado y muy valioso. El amor NO SE HEREDA, se demuestra, se entrega, se cuida y entre todos, se construye. Y por ser familia, no esta garantizado ni es incondicional, por lo mismo y en conjunto con los otros 3 puntos anteriores, el cuidarlo y mantenerlo sano, es fundamental para seguir siendo familia.
Más allá de quien consideres quienes la componen, los errores que tienen o lo que aun les falta…
No dejes de Ser Familia. Un abrazo fraterno.
Ps. Felipe Jiménez Pino, Colegio Sagrada Familia, Tocopilla.