Hemos llegado a esa fecha en la que los corazones se llenan de alegría porque ya se acerca el día en el que celebramos el nacimiento del niño Jesús. Entre las luces, las fiestas de fin de año y las celebraciones, a veces nos mareamos y olvidamos la causa que originó toda esta conmemoración. Afortunadamente el Adviento, nos ayuda a prepararnos para la Navidad. Durante este tiempo se enfatiza sobre todo la esperanza en Dios.
El Adviento, es el tiempo de espera por excelencia, por eso esta es una muy buena ocasión para sacarle más provecho que otros años. Este será un tiempo de Adviento y Navidad especial, donde quizás ya no se podrán tener muchos regalos, pero no va a faltar el gran regalo que es ¡Jesús!
Pidámosle a Dios que nos ayude a vivir este tiempo que nos regala con mayor fe, esperanza y alegría que otros años. Porque Jesús viene de la misma manera como lo ha hecho en otras Navidades, a traernos la paz y esperanza que nadie más puede darnos.
Prepara este tiempo junto a tu familia, los invitamos a arreglar la Corona de Adviento y ponerla en un lugar destacado de tu hogar, pues ella es uno de los símbolos característicos de esta época litúrgica, pero no es solamente un objeto de adorno sino que hay toda una liturgia que te ayudará cada uno de estos cuatro domingos a recordar hacia dónde te diriges.
La corona de Adviento consta de una base circular hecha de hojas de ciprés, eucalipto o algo similar (cabe resaltar que también hay bases sintéticas, pero es más bonito que sean naturales). La forma circular representa el amor de Dios que es eterno, sin principio ni fin, y así como ese amor, la manera en que nosotros debemos amar a los demás, renovándonos en ese amor siempre. Son ramas verdes porque el color verde representa la esperanza y la vida. Estas ramas también nos representan a nosotros que somos parte de un árbol más grande: Dios. Las cuatro velas representan a las tinieblas derrotadas poco a poco a medida que se acerca la luz que trae el nacimiento del Señor.
Las velas (que representan cada domingo de Adviento) son tres moradas y una rosada. El morado representa la vigilia, la penitencia y el sacrificio. El rosado representa la alegría. Algunas veces se acostumbra colocar una vela blanca en el centro de la corona en representación de Cristo, centro de todo lo que existe. Utiliza las cintas y los adornos para decorar tu corona.
Cada domingo de Adviento irás encendiendo una vela. El primer y segundo domingo encenderán velas moradas. El tercer domingo encenderás la vela rosada (éste se conoce como domingo de gaudete o domingo de la alegría) porque en medio de la espera se recuerda que ya está próxima la alegría de la Navidad. El cuarto domingo, nuevamente, encenderás una vela morada.
Te invitamos a descargar un subsidio, en donde encontrarás oraciones y actividades a realizar en estos cuatro domingos anteriores a la Navidad.
¡Feliz Adviento!
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